Una ojeada interior

Hola, hoy me han otorgado este maravilloso premio, para mi ha sido muy gratificante ir a recogerlo y leer esas palabras como rosas de Dulos. Dulos es una preciosa mujer de 45 años; llevo unos meses siguiendo parte de su vida, una dura parte de su vida que le ha tocado vivir. Pero creedme que la esta llevando con una maestria, con un coraje, con unas ganas que son realmente admirables. La sensación que tuve la primera vez que la leí, fue tal vez un tanto dura; ya que cuando ves el mal ajeno, cuando ves como alguien es capaz de levantarse día tras día, con esa valentía y contar sus sesiones de quimio como ella las cuenta, ver las fotos que nos muestra... sinceramente cualquiera de los problemas que yo pueda tener en mi vida empequeñecen al instante. Cualquier momento que pueda tener de desanimo o tristeza por esto o aquello se hace tan diminuto. Ya se que cada persona es un mundo, que cada uno se toma la vida y sus complicaciones de diferente manera, no a todos nos afectan las cosas

Hace algunos días que vengo dandole vueltas a un asunto que me gustaria compartir aquí. Pienso que puede, bueno que puede no, que seguro que hay personas que no se dan cuenta de la cantidad de cosas que pasan en sus días capaces de hacerles felices, es más, seguro que en muchos momentos del día eres plenamente feliz, pero no te das cuenta de ello y ese cachito de felicidad pasa, no lo ves y se va... y tal vez ni llegues a acordarte de él. Tal vez penseis que estoy rizando el rizo, que son tonterias o sintomas de aburrimiento, pero para mi el más minimo motivo de felicidad es importante y no me gusta que pasen desapercibidos. Así como recordamos tan amarga y claramente muchos momentos de tristeza y dolor; ¿porque no recordar tambien los momentos alegres? Pues bien, os contaré por contaros algunos de esos pequeños detalles que pasan por mi vida, en el día a día, momentos cotidianos, sencillos, pero que no dejo que se marchen, me los guardo y ahora lo comparto aquí...quizá alguno te pase