Una ojeada interior

Hace aproximadamente 12 años, Rosa, amiga de la infancia me mostró un pequeño bordadito en algo que ella llamó punto de cruz. Para mi en aquel momento no supuso nada del otro mundo. Hacia tan solo unos días que me había comprado precisamente un aparatito en una feria de las naciones muy fácil de manejar y que te permitia ir tejiendo facilmente nada mas metiendo y sacando una aguja, el resultado era como el rizo de las toallas. Le había echo a ella uno de estos bordaditos y al ir a su casa a regalárselo fue cuando me enseño el suyo a punto de cruz, calificando el suyo además como con mucho mas merito que el que yo le había regalado. (si, resulto cuanto menos desagradable), pero así fue. Por lo que el punto de cruz, que para mi al verlo significo eso, cruces y mas cruces no llamo mucho mi atención, aunque esas cruces se veían bien bonitas. Al poco tiempo comencé a bordarle a mi hijo su nombre en un trenecito y otro similar a mi sobrina. Aquellos fueron mis primeros pasos con el punto de

Un señor de alrededor de 50 años entró discretamente a un café y se sentó en una mesa desocupada. Antes de pedir su consumición, no pudo dejar de notar a un grupo de hombres más jóvenes sentados en una mesa cercana. Se estaban riendo. Y le resultó obvio que se estaban riendo y burlando de él. No tardó demasiado en recordar que llevaba puesto un pequeño lazo rosa colocado sobre la solapa de su chaqueta y que este era el motivo de las risas. Al principio los ignoró, pero las risas comenzaban a irritarlo. Miró a uno de ellos, señaló su lazo y le preguntó: ¿Esto te causa gracia?Con eso, los hombres se miraron entre sí, desconcertados y aun tratando de contener la risa, uno de ellos le contestó: No lo tome a mal, sólo comentábamos lo lindo que le queda el lazo rosa pegado a su chaqueta azul. Con un gesto amistoso, el señor invitó al bromista a sentarse a su mesa.Incómodo como estaba, el joven aceptó, sin saber bien para qué. Con voz muy calmada, el señor le explicó: Llevo puesto este lazo